Introducción
La implantación de Buenas Prácticas en la Gestión deportiva no requiere apenas cambios técnicos, sino más bien cambios en la actitud de las personas y en la organización. Su implantación es rápida, de baja inversión y de notables beneficios para la propia institución o empresa.
Como resultado de la implantación de Buenas Prácticas en una organización, se consigue:
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Reducir el consumo de energía, de materias primas y agua, y por tanto, aumentar el beneficio económico.
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Disminuir la generación de residuos y facilitar su reutilización, reciclaje o tratamiento final.
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Minimizar el impacto medioambiental.
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Mejorar la imagen de la organización ante los clientes externos e internos.
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Afianzar los protocolos de calidad dentro de la organización como forma de gestión y de excelencia.
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Optimizar la calidad del servicio ofrecido a los clientes externos.
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Conseguir un mejor control y conocimiento de la organización.
El mantenimiento es una función que produce un bien real, que puede resumirse en: capacidad de producir con calidad, seguridad y rentabilidad. Es un servicio que agrupa una serie de actividades cuya ejecución permite alcanzar un mayor grado de satisfacción y confianza en los equipos, máquinas, construcciones civiles, instalaciones. El mantenimiento adecuado, tiende a prolongar la vida útil de los bienes, a obtener un rendimiento aceptable de los mismos durante más tiempo y a reducir el número de insatisfacciones y no calidades.
NOTA: Este manual de buenas prácticas reproduce gran parte de las operaciones, gráficos y tareas de mantenimiento, descritas en el “Manual de Mantenimiento de Instalaciones Deportivas” de la Fundación Deportiva Municipal de Valencia (2006), que se encuentra disponible en su página Web (http://www.deportevalencia.com/info/publicacionesDeportivas.asp), y que ha servido como ayuda fundamental para la redacción del presente manual.
Objetivos
Los objetivos de las buenas prácticas en el mantenimiento de las instalaciones y espacios deportivos, entre otros, son:
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Mejorar los Costes de producción.
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Obtener una adecuada calidad del producto servicio.
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Conseguir capacidad operacional y de respuesta de la empresa como un ente organizado e integrado: por ejemplo, al generar e implantar soluciones innovadoras y manejar oportuna y eficazmente situaciones de cambio.
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Contribuir a la Seguridad e higiene de las instalaciones deportivas.
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Incidir en la Calidad de vida de los colaboradores y clientes de la organización deportiva.
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Optimizar la imagen y seguridad ambiental de la instalación deportivo.
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Evitar, reducir, y en su caso, reparar, las incidencias sobre las instalaciones, materiales y equipamientos.
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Evitar detenciones y retrasos en la maquinaria de las instalaciones
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Evitar accidentes y aumentar la seguridad para las personas.
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Conservar los bienes productivos en condiciones seguras y preestablecidas de operación.
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Analizar el coste de mantenimiento.
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Alcanzar o prolongar la vida útil de los bienes.
La buena gestión del mantenimiento permite ofrecer servicios de calidad y reducir el coste de la gestión de la propia instalación. Un mantenimiento deficiente repercute en la calidad del servicio ofrecido, hace que la instalación envejezca de forma prematura, y por lo tanto, necesite una inversión en reformas muy superior a la necesaria si el mantenimiento hubiese sido correcto.
Para empezar a trabajar en el mantenimiento de una instalación deportiva necesitaremos conocerla a fondo. Una buena manera de empezar es implicarse en la construcción de la misma, asistiendo como observador, o mejor como colaborador externo. Asimismo, resulta esencial que dentro del proyecto del edificio se incluya, y posteriormente se utilice, la herramienta fundamental en las buenas prácticas del mantenimiento de una instalación deportiva: el plan o manual de mantenimiento.